José Meza, abogado de 32 años, fue asesor legislativo de la parlamentaria gremialista María José Hoffmann, renunció a la UDI durante el estallido social, fue candidato a alcalde por Recoleta y desde el 11 de marzo -con 33 años cumplidos- asumirá como diputado por el distrito 9 de la Región Metropolitana, representando al Partido Republicano. Hasta hoy se desempeña como director ejecutivo de Acción Republicana y, durante los últimos años, Meza recorrió Chile junto a José Antonio Kast -excandidato presidencial- en su labor como encargado territorial.
También Meza señala que sus prioridades legislativas serán dos: devolver la seguridad a los barrios y erradicar la excesiva basura de las comunas que, dice, dan indignidad a las personas. “En estos cuatro años espero recuperar esa tranquilidad para el distrito. Los proyectos que me gustarían impulsar -aunque va a depender del Ejecutivo- es una defensoría especializada para las víctimas, porque ellas hoy están en absoluta indefensión. La fiscalía se encarga de investigar, pero no tiene un especial trato con las víctimas y los diputados tienen una defensoría especializada para ellos. Sería bueno equiparar la cancha”, manifiesta.
Sobre su trayectoria política, comenta: “A finales del 2020 asumí una candidatura a alcalde en Recoleta para remecer lo que venía haciendo la derecha tradicional en la zona norte de Santiago. Hace diez o doce años, seis de los ocho alcaldes eran de derecha y hoy todos son de izquierda, salvo el de Conchalí, que no podríamos enmarcarlo en alguna de estas dos tendencias”.
—¿Por qué cree que ocurrió eso?
—La derecha tradicional se rindió. Lo grafico así: en esos doce años, la derecha ha sido gobierno dos veces, durante ocho años, con Sebastián Piñera. Desde que yo vivo en Recoleta jamás vi a un seremi o a un subsecretario por ejemplo fiscalizando el tema de la basura o el tema de la seguridad. Dejaron a la buena de Dios este sector y eso obviamente se ve graficado en los resultados posteriores.
Por eso mismo, relata Meza, dejó de militar en la UDI, pues era un partido que ya no lo representaba y que, durante el estallido social, a su juicio, no entregó ninguna estrategia o respuesta política. En ese sentido, el abogado sostiene que, durante la campaña presidencial y parlamentaria, quedaron a la vista las diferencias entre la UDI y el Partido Republicano.
—¿Qué impronta debe tener la bancada del Partido Republicano en el Congreso? Su debut fue complejo con polémicas como las de Gonzalo de la Carrera y Johannes Kaiser.
—En el Partido Republicano logramos ser el tercer partido más votado de Chile, pese a la campaña que hicieron en nuestra contra. José Antonio Kast le ganó con bastante holgura al candidato de los partidos de Chile Vamos. Eso tiene una explicación: más allá de los nombres o de las campañas a favor o en contra, la gente se queda con lo simple y es que a pesar de todo lo que había pasado en los últimos cuatro años, los republicanos nos mantuvimos firmes en nuestras convicciones. En estos próximos cuatro años, tenemos que convertirnos en una bancada leal con Chile. Y qué significa eso: no necesariamente hay que cerrarle la puerta a todas las iniciativas que vengan del Ejecutivo, primero hay que evaluarlas en su mérito y si son beneficiosas para los chilenos, hay que apoyarlas, pero si no lo son, vamos a ser una oposición dura, como lo fuimos con Sebastián Piñera en los últimos dos años. Eso nunca implicó que nosotros apoyáramos lo que encontrábamos positivo. Tenemos que seguir siendo leales con nuestros principios, porque eso es lo que terminó premiando en la última elección presidencial y parlamentaria.
—Está la idea de que deben ser una bancada monolítica, ¿Qué han hablado al respecto?
—Vamos a tratar de ser una bancada muy unida, donde las cosas las conversemos primero a nivel interno y luego las podamos debatir con el resto de las bancadas, que dé lo mismo con qué diputado del Partido Republicano se hable, porque vamos a tener todos la misma visión y tengamos las mismas respuestas a las preguntas que puedan surgir. Eso también se logra con mucho diálogo interno, con mucha conversación. Los temas que nos van a marcar van a ser la seguridad, somos el partido con el compromiso más férreo con las víctimas del terrorismo en La Araucanía, eso nos va a marcar.
—¿Qué le ha parecido el rol que ha jugado en estos días Chile Vamos como futura oposición? Se reunieron de hecho de manera inédita con un Presidente electo.
—Las diferencias que tenemos con Chile Vamos van más en el estilo, nosotros no le vamos a pedir una reunión especial a Gabriel Boric para hablar de los temas porque la discusión política se tiene que dar dentro del Congreso, no fuera ni antes. El Partido Republicano no debe caer en la idea de que ser una oposición constructiva es ser una oposición entreguista. Podemos ser una oposición constructiva, pero no entreguista. Y yo espero que Chile Vamos tampoco caiga en eso, que sepa mantenerse firme cuando corresponda. Yo tengo una muy buena opinión de varios parlamentarios de Chile Vamos, sé que se van a mantener firmes y ojalá esa actitud la contagien al resto de sus bancadas.
—¿Qué tan posible se ve eso a la luz de las diferencias que se han visto en la Convención Constitucional?
—El hecho de que, dentro de la derecha, en la Convención se hayan construido dos ejes y que en el eje en el que están los republicanos también estén varios de la UDI e incluso otros de RN o una de Evópoli, se ve posible generar esa posición dentro de la derecha en el Congreso. Existen dos estilos muy distintos: uno que comparten los republicanos y la UDI y algunos sectores de RN y Evópoli y otro que ha salido a buscar alianzas con la izquierda de una forma que yo considero imprudente.
—¿Cuál debe ser la relación con Chile Vamos y el PDG?
—Lo primero es descartar de plano la posibilidad de una especie de coalición o megacoalición, está claro que Chile Vamos no quiere formar coalición con nosotros y nosotros tampoco. Las conversaciones y las alianzas se van a ver en el Congreso según los distintos temas que vayan surgiendo, hay algunos temas en donde nos va a ser más fácil por ejemplo conversar con el Partido De la Gente en materia de emprendimiento, modernización del Estado, en esos temas yo sé que se nos hará mucho más fácil conversar con ellos y empujar proyectos. Hay otros temas en donde se nos hará más difícil. Lo importante es que cada sector mantenga su identidad y empuje los temas que le parezcan relevantes y así se van a ir generando las alianzas que se necesiten.
—¿Y están disponibles para un pacto de gobernabilidad?
—Un pacto de gobernabilidad significa zanjar el tema de la presidencia de la Cámara y la composición de las comisiones y eso es un tema que lo ha estado viendo Rojo Edwards y otros parlamentarios. No lo manejo en el detalle, pero sí estoy disponible en la medida que sea un acuerdo que nos beneficie a todos.
—¿Cómo debe ser el liderazgo de José Antonio Kast? ¿Debe tener influencia en la bancada?
—José Antonio ha tenido una actitud bastante positiva en el sentido de dejar que los espacios de influencia los vayan copando otras personas. El liderazgo más fuerte dentro del Partido Republicano es el del Rojo Edwards, él ha ido alineando la futura bancada. El liderazgo de José Antonio Kast debiera ser más social, que apunte a levantar los temas que son más urgentes, porque cuando uno se encierra en el Congreso de repente es un poco difícil estar al tanto de los temas de la gente.
—¿Pero los debe conducir o él debe reunirse periódicamente con esta bancada?
—El liderazgo de José Antonio excede incluso el Partido Republicano, hay mucha gente de otros partidos como de Chile Vamos que ve a José Antonio como un líder, independiente de que quieran impulsar a otros de sus nombres y eso está súper bien. José Antonio se va a perfilar como un liderazgo que va a exceder al Partido Republicano y va a poder congregar a la derecha en ciertos temas que son importantes.
—El Presidente electo, Gabriel Boric, y algunos de sus ministros han sido taxativos en cuanto a que los parlamentarios deben rechazar un eventual quinto retiro del 10% de los fondos de AFP… ¿comparten en la bancada aquello?
—En el Partido Republicano tenemos claro que esa es una política pública que ha afectado a la vida de los chilenos con el encarecimiento de la vida.
—O sea no estarían por aprobarlo…
—Hasta donde yo sé, no.