Desde el 18 de octubre de 2019, las principales plazas de las ciudades del pa铆s y los puntos de concentraci贸n tradicionales, se han convertido en un carnaval de violencia permanente. No solo fue un estallido antisocial que destruy贸 decenas de estaciones de metros, vandaliz贸 cientos de comercio y tuvo al pa铆s al borde de una crisis social irrecuperable, sino que, principalmente, inaugur贸 un estilo de protesta violenta que no ha terminado desde entonces.